tienen que hacer es no rechazar el amor que Dios ofrece”.41 Pero la mente carnal, es decir, la naturaleza humana no regenerada, es hostil a Dios (Ro. 8:7). Mientras el ser humano sea un enemigo mentalmente (Col. 1:21), rechazará la reconciliación ofrecida por Dios y permanecerá no reconciliado. Las palabras mismas de Hodge, “abrazar”, “no rechazar”, indican una reacción subjetiva de parte del ser humano; y es difícil ver por qué el acto mismo de “abrazar” o “no rechazar” el amor que Dios ofrece no
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